No es la primera vez que uso esta lámina para decorar algún objeto, pues El beso (de Klimt) es uno de mis cuadros favoritos, y creo que tampoco será la última.
Esta vez la he usado para convertir una caja de puros en un joyero.
La tapa está decorada con la lámina y con foil dorado imitando formas del fondo del cuadro
El exterior inferior de la caja está pintado en acrílicos con dibujos de los vestidos.
Y en el interior... ups! se me han colado unas visitantes a mirarse en el espejo.
Era de esperar, ya sabéis que tengo la casa llena de ranas, jeje.
4 comentarios:
HOLA,
TE HA QUEDADO PRECIOSA!!!!!!!!
ESTA MISMA LAMINA LA ESTOY UTILIZANDO PARA HACER UNA CAJA A MI HIJO.
ESPERO QUE ME QUEDE TAN BONITA COMO A TI.
BESOS
Muchas gracias Josefa. Cuando tengas hecha la caja de tu hijo me enseñas una fotito, vale? aunque sea por correo electrónico.
Un abrazo
esa es la mia????
Me imagino que no, pero esta preciosa.
Eres un artista
Besos
Pili
Calla locuela! que con la tuya tengo el dilema del año...es que me has puesto el listón muy alto. jeje
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